Decimos que: Una cosa es agua pasada cuando queremos dejar un tema atrás bien porque ya no nos interesa o bien porque tememos que nos perjudique de alguna manera.
Nuestra intención puede estar muy clara pero en determinadas ocasiones el destino nos pone a prueba una y otra vez. ¿Te ha pasado?
Te encuentras en un período óptimo de esos que se dan de vez en cuando donde las cosas parecen que funcionan como deben:
- Tus amistades y familiares mantienen relación contigo de forma aceptable,
- La situación laboral está bastante encaminada a promocionarte (aunque seguro que podría mejorar), y
- Como cualquier hijo de vecino, como se dice popularmente, vives como puedes.
Hasta aquí todo perfecto; de repente un día aparece alguien que conociste en el pasado, no necesariamente tiene que ser una pareja, pero esta persona que creías haber olvidado se hace presente en la calle, en el trabajo…en un lugar donde ahora éstas TÚ pasándolo bien. Los primeros momentos son como un espejismo mental
Este que viene por ahí ¿Es…?
Cuando tus sensores corporales lo confirman:
Es…
Se activa un mecanismo de defensa que en vez de ayudar, personalmente creo que, perjudica porque revives situaciones pasadas que estaban ocultas pero no olvidadas en tu memoria y por lo tanto crean tensión. Llegado este momento una pregunta te asalta:
¿Es posible cerrar círculos?
Si la respuesta es afirmativa
¿Por qué tenemos que revivir lo que no nos agrada y perjudica?
Después de darle muchas vueltas llegué a la conclusión que revives lo que no cerraste correctamente en un determinado momento; por eso vuelve a tu presente como una segunda oportunidad para que le des el final que le corresponda y se pueda cerrar y dejar en el cajón del olvido.
¿Verdad que…
Una puerta entreabierta, si hace corriente, se abrirá.?