Durante los días de descanso  de Semana Santa me he dedicado a observar cómo las personas rompemos la monotonía y qué hacemos para divertirnos en general cuando disponemos de unos días de libertad laboral para disfrutar con quienes nos aportan vitalidad y optimismo.

Aunque a diario se insiste mucho desde la televisión en el número de personas que deciden pasar sus vacaciones fuera de su lugar de residencia también hay otras muchas que pasan los días de descanso de Semana Santa cerca de donde viven. Para escribir este post me centro en el segundo grupo, en el cual me incluyo, y observo que:

Quien quiere y se lo propone se divierte y relaja con lo que tiene cerca y su alcance.

Hay personas que durante todo el año viven sólo para aparentar ante los demás y por eso buscan en vacaciones ir a lugares lejanos, donde se supone que te trataran mejor porque estás pagando un servicio que has contratado…, no lo olvidemos.

Quizás estas personas crean que al enseñar sus reportajes fotográficos de las vacaciones a los amigos verán que han hecho muchas cosas que otros no pueden hacer o no les interesa en este preciso momento.

A pesar de viajar, el hecho de ver mundo no siempre aporta la correcta información necesaria de aprendizaje a todos los humanos. ¿ Es actitud elegante presumir sólo de los bienes materiales?

Creo que ser elegante principalmente se puede resumir en ser bello y sencillo. Por eso me ha llamado la atención como tantas personas estos días de fiesta y descanso:

•  Daban largos paseos cerca del mar,

• Realizaban barbacoas en el campo,

• Se reunían con sus amigos,

• Jugaban con sus hijos e hijas y les enseñaban a ir en bicicleta, patinete o a practicar cualquier otra actividad.

En definitiva unos y otros buscaban cualquier entretenimiento para convivir y aprender a saber estar en la sociedad actual. En ningún caso en las actividades anteriores había un doble sentido, ni intención de aparentar o simular otra cosa porque cuando una persona es elegante  y sabe estar  no necesita para nada aparentar. Se demuestra en la forma de hablar, comunicar, expresar, mirar, callar, pensar…, Lo que los demás digan queda atrás sin importar.

  ¿Acaso la belleza del cisne no transmite elegancia y pureza?

Cito para acabar una frase que nos hará pensar:

“La elegancia consiste en olvidarse de lo que uno lleva”

Yves Saint Laurent