Con los primeros días de calor llegan:

•  Las alegrías para los buenos estudiantes, empiezan  sus largas y merecidas vacaciones,
• también empiezan a celebrarse las fiestas mayores en los municipios,
• las comidas rápidas en la calle
• y gran número de personas salen a pasear con la fresca hasta avanzada la noche.

 

El verano da alegrías porque el día es más largo, la luz solar nos activa y estamos más dispuestos a compartir con los demás nuestros momentos de ocio.

 

Es una época en la que nos sentimos bien con los demás y con uno mismo, parece que la felicidad está en todas partes, por eso  aprovecho para cuestionarte lo siguiente:

 

¿Te has preguntado si normalmente eres una persona seria o una persona festiva? 

 

No te lo pregunto cuando es época de diversión, que seguro que sí, sino cuando estás actuando en los quehaceres de tu día a día.

Todos tenemos una rutina que hacer y en ella compartimos espacios, aunque ni siquiera nos saludemos, con personas desconocidas.

En cambio. estas personas las vemos un día tras otro y apenas cruzamos una mirada, una sonrisa o un saludo.

 

 ¿Cuánta gente se cruza en tu vida sin querer a primera hora del día cuando sales a la calle?

 

¿Deberíamos saludarnos?

 

Obsérvate este verano y dime si has hecho algún cambio que produzca resultados visibles.

 

Envía este artículo a algún amigo y aprovecha para saludarlo. 

 

¡Feliz Fiesta Mayor!

#PasionConTinta