Teatro

Este verano tuvimos la oportunidad de disfrutar de la obra “Los cómicos de la legua y el retablo de las maravillas” en el histórico Corral de Comedias de Almagro.

Esta representación nos transportó al Renacimiento y al Siglo de Oro español, épocas en las que los cómicos de la legua recorrían pequeñas poblaciones para llevar el teatro a todos los rincones del país.

Cómicos de la legua

Los cómicos de la legua eran comediantes nómadas que, solos o en pequeñas compañías, realizaban sus representaciones en un circuito rural.

Su nombre proviene de la obligación legal de acampar a una legua de la población en la que iban a actuar.

Esta forma de teatro itinerante refleja la naturaleza trashumante de estos artistas y su dedicación a llevar el arte escénico a todos los públicos.

El retablo de las maravillas

En esta obra, Cervantes aborda temas como: las apariencias, la moral, la honra, y las diferencias entre ricos y pobres. Además, refleja el miedo al ridículo y a sentirse diferente.

El conflicto principal de “El retablo de las maravillas” radica en la realidad engañosa y la pureza de la sangre.

Cervantes utiliza esta obra para explorar el binomio ficción/realidad, un tema que sigue siendo de gran interés en el mundo contemporáneo.

Corral de Comedias

El Corral de Comedias de Almagro, construido en 1628 es un escenario único en el mundo.

Fue declarado Monumento Nacional Protegido el 4 de marzo de 1955.

Hoy en día, es el único espacio escénico del siglo XVI y XVII que se conserva intacto en forma y estructura.