Cada día veo más semejanza entre la naturaleza y las personas.
El paisaje de la fotografía que ilustra este post me parece bonito, relajante e inspirador.
¿Tendría el mismo efecto un árbol solo?
La respuesta para la mayoría de los que leamos el post será no, y la causa es porque la fotografía recoge un lugar de harmonía en su conjunto que exalta cada aspecto positivo individual dentro de un todo.
Esta reflexión se puede aplicar a las personas.
Ahora pregunto:
¿Has tenido alguna vez la sensación que los que te rodean no te entienden?
Algun@s hemos vivido con frecuencia esta experiencia en varias ocasiones que se repite hasta agotar las fuerzas o hasta que decides poner punto y final al asunto. Vayamos por partes. En primer lugar este fenómeno de incomprensión pasa cuando se trata de personas que van por delante del resto ya sea en ideas o proyectos o en la manera de actuar, exponen sus sensaciones y, en ocasiones el entorno no los entiende. Si se desaniman pueden abandonar proyectos interesantes que con certeza tendrían éxito, en cambio si optan por continuar, avanzar y buscar otras personas, el destino, en algún momento, les facilitará el poder contactar con hombres y mujeres afines a su causa.
Se sabe que nuestra credibilidad, y con ella el éxito, aumenta según el contexto en el que nos mostremos en cada momento, por ejemplo, si los asistentes a una reunión no nos entienden, difícilmente nos seguirán y como consecuencia no estarán interesad@s en el producto que les ofrezcamos.
Esta es la similitud con nuestra imagen anterior: un árbol solo puede destacar, pero en un entorno favorecedor su valor aumentará y adquirirá gran importancia.
Si en algún momento dudas de tu éxito recuerda esta frase:
Dime dónde andas y te diré por qué NO eres
Si no te gusta tu respuesta : POSICIÓNATE Y CÁMBIALO