Hoy inicio este post haciendo referencia al tema culinario.
¿Qué sería de la buena cocina sin la sal y pimienta?
Estos ingredientes discretos pero potentes hacen que el plato adquiera distinción y tenga estilo propio; sin ellos resultaría soso.
Pues bien, en la vida también hay que poner un poco de sal y pimienta para que resulte más emocionante, divertida, llevadera y nos permita seguir adelante cada día con un poco más de entusiasmo.
¿Sabes vivir la vida?
¿Disfrutas de los pequeños detalles?
Observo a diario cómo las prisas del hacer cotidiano provocan la desaparición de momentos de felicidad. Pequeños detalles, en cambio, pueden alegrarnos la jornada y hacer felices a quienes nos rodean.
Como no siempre estamos en vacaciones, que es la etapa de la vida donde muchos recuperan el sentido del humor, aprenden a valorar la importancia de respirar con tranquilidad y regalan momentos de su vida a familiares y / o amigos que durante el año apenas ven ni tienen relación, es vital que condimentemos nuestra vida con otros ingredientes.
¿Qué ingredientes cotidianos son sal y pimienta?
- Una sonrisa,
- Una palabra,
- Una buena conversación,
- Mostrarse colaborativ@,
- Escuchar,
- Ser empátic@,
- Aceptar una idea…
Si disfrutas de descanso en fin de semana o tienes unos días de vacaciones los ingredientes pueden ser los anteriores junto con:
- Leer un libro o ver una película,
- Comer con amig@s ,
- Pasear cerca del mar,
- Disfrutar de la naturaleza,
- Realizar una actividad nueva que no hayas hecho todavía…
Resérvate un espacio.
Vive.
Recupera fuerzas y
aprende a vivir.
Sólo tú sabes la cantidad de condimento que necesitas,
en cambio todos saldremos ganando con tu mejoría.
#PasionConTinta