Relato simbólico

Una fábula es un relato en prosa o en verso que tiene por objetivo proporcionar una enseñanza o consejo al lector.

Fábula: Pelotas de colores

Tiempos atrás el azar juntó en un mismo habitáculo a diversas pelotas que provenían de diferentes lugares.

Nuevas, usadas, desgastadas. poco infladas, rojas, azules, verdes, amarillas, blancas y negras, grandes y pequeñas se mezclaban mientras rodaban.

Unas veces chocaban, otras se deslizaban, se apilaban o se extraviaban entre los rincones de la habitación.

En grupos, en línea, juntas o dispersas las pelotas iban aumentando en número.

Pasado un tiempo prudencial observaron que sin un orden no podían estar. Incluso en el billar unas reglas dicen cómo se debe jugar. Imponer no parecía lo mejor y se optó por valorar la funcionalidad de cada una de ellas.

El buen ambiente que reinaba en el local empezó a modificarse. Los grupos entre ellas ya no eran aleatorios o producto del azar; las pelotas se agrupaban según su necesidad: por tamaños algunas veces, por colores otras o por funcionalidad en otras.

Los desplazamientos voluntarios no eran casuales, ahora se movían...era para "espiar" a otro grupo existente. Algunas veces hasta la más sonriente de las pelotas volvía a su lugar con un chasco hiriente.

- ¿Qué ha pasado?

Una idea puesta a prueba en días anteriores había iniciado la guerra. Alguien comentó valorar la viabilidad del local para convertirlo en sala de ocio infantil con piscina de bolas, por lo que era necesario perfilar a cada una de las asistentes.

Envidias, falsas ayudas, incluso enemistad hizo que las inseguras provocaran a las demás.

El ambiente se entristeció, se perdió la cordialidad y desde entonces la obra del local está sin acabar.


Rosa López #PasionConTinta

Reflexión

Esta fábula nos muestra de una forma didáctica como cambian las personas cuando se les aconseja adaptarse a un nuevo entorno laboral inminente. 

Para los trabajadores que llevan años en el mismo puesto de trabajo les resulta doloroso el cambio porque no siempre se les capacita con nuevas herramientas y formaciones adecuadas para llevar este proceso con optimismo.

Los nuevos trabajadores, es decir los incorporados recientemente o expuestos a continuos cambios de empresa, quieren ser parte del cambio, pero sin la ayuda ni el apoyo de quienes han hecho raíces en la empresa, ningún proyecto tira adelante aunque fuese bueno para todos y necesario para la propia evolución empresarial.